El alzheimer es una alteración neurodegenerativa primaria, que suele aparecer a partir de los 65 años, aunque también puede presentarse entre gente más joven.
Cuando una persona padece esta enfermedad, experimenta cambios en el tejido de algunas partes de su cerebro y una pérdida, progresiva, pero constante, de una sustancia química, vital para el funcionamiento cerebral, llamada acetilcolina. Esta sustancia permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas y está implicada en actividades mentales vinculadas al aprendizaje, memoria y pensamiento.
Hay diversas causas que puede hacer que esta enfermedad aparezca, alguna de ellas son:
- Edad: normalmente afecta a los mayores de 60 o 65 años, pero también se han dado casos entre menores de 40. El mal de Alzheimer es una enfermedad favorecida por la edad.
- Sexo: las mujeres lo padecen con más frecuencia, probablemente, porque viven más tiempo.
- Herencia familiar: la enfermedad de Alzheimer familiar, una variante de la patología que se transmite genéticamente, supone el 1 por ciento de todos los casos. No obstante, se estima que un 40 por ciento de los pacientes con esta enfermedad presentan antecedentes familiares.
- Factores medioambientales: el tabaco se ha mostrado como un claro factor de riesgo de la patología, al igual que las dietas grasas.
Las consecuencias de esta enfermedad son las siguientes:
Al principio, el paciente sufre pequeñas e imperceptibles pérdidas de memoria, pero con el paso del tiempo, esta deficiencia se hace cada vez más notoria y hará que el enfermo tenga problemas para realizar tareas cotidianas y simples, y también, otras como hablar, comprender, leer, o escribir. Hay diferentes etapas, y dependiendo de la etapa en que se encuentre el paciente, los síntomas son diferentes:
Al principio, el paciente sufre pequeñas e imperceptibles pérdidas de memoria, pero con el paso del tiempo, esta deficiencia se hace cada vez más notoria y hará que el enfermo tenga problemas para realizar tareas cotidianas y simples, y también, otras como hablar, comprender, leer, o escribir. Hay diferentes etapas, y dependiendo de la etapa en que se encuentre el paciente, los síntomas son diferentes:
- Estadio leve: El daño de la enfermedad pasa desapercibido para el paciente y también para los familiares. Ya que el enfermo olvida pequeñas cosas, como dónde ha puesto las llaves o cosas sin mayor importancia. En esta etapa todavía puede trabajar o conducir un coche, aunque es posible que empiece a experimentar falta de espontaneidad, de iniciativa y ciertos rasgos depresivos. Pueden aparecer signos de apatía y aislamiento y cambios de humor.
- Estadio Moderado: La enfermedad resulta más evidente para todos. El paciente presenta dificultades para realizar actividades diarias, como la compra o planear una cena. Ya no es sólo una pérdida de memoria, sino también de capacidad de razonamiento y comprensión. En esta etapa, el deterioro avanza con bastante rapidez. Además se muestran visiblemente apáticos y deprimidos.
- Estadio Grave: el paciente pierde la capacidad para hablar correctamente, o repite frases inconexas una y otra vez. No puede reconocer a sus familiares y amigos; ni siquiera se reconocen a ellos mismos ante un espejo. La desorientación es constante. Dejan de ser individuos autónomos y necesitan que les alimenten y les cuiden. Gritan, lloran o ríen sin motivo y no comprenden cuando les hablan. Muchos de ellos acaban en estado vegetativo.
Cristina Tena Cortés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario