miércoles, 4 de febrero de 2015

CURVA DEL OLVIDO DE EBBINGHAUS.





El psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus estudio durante 30 años la perdida de la retentiva en el tiempo, y determino que el olvido de una información o un conocimiento ocurre de manera progresiva.


Esta teoría trata una idea relacionada con la intensidad del recuerdo, de la memoria, y explica cuanto tiempo se puede conservar lo que hemos estudiado o vivido en la memoria si no se ejercita suficientemente, repasándola y refrescándola. Mientras más intensa y significativa sea la experiencia con la que produces un recuerdo, mas tiempo se mantendrá en el tiempo.

Ebbinghaus probó su retención en varios intervalos después de aprender. Memorizó silabas sin sentido, palabras de tres letras sin significado como CEF, WOL y GEX, así, se aseguraba de no relacionar ninguna palabra con algún factor externo ya conocido, forzando a la memoria a aprender nueva información. Evaluó su capacidad de retención con intervalos entre veinte minutos y un mes. Los resultados encontrados mostraron que el olvido se incrementaba a medida que pasaba el tiempo, mucho al principio y más lentamente después, en una función logarítmica. Fue así como Ebbinghaus trazo una curva del olvido, un diagrama con el cual se muestra cuanta información se retiene con el transcurso del tiempo. 


Debido a que su trabajo fue realizado con gran eficacia, los resultados siguen siendo validos hoy en día. 

Además, Ebbinghaus intentó explicar por qué se producía el olvido proponiendo varias teorías.

La primera afirmaba que las huellas de memoria se deterioraban por el paso del tiempo por erosión, como le ocurre a una montaña, es la conocida como teoría del decaimiento de la huella. Otra posible explicación sería la teoría de la interferencia, según la cual “las imágenes anteriores están cada vez más superpuestas, por así decir, y cubiertas por las posteriores”. Por último la teoría de la fragmentación que suponía “el desmenuzamiento y la pérdida de distintos componentes antes que un oscurecimiento”.


¿Merece la pena reaprender o estudiar de nuevo el material?

Desde un punto de vista personal, creo que merece la pena volver a estudiar de nuevo el material, es decir, una vez estudiado repasarlo continuamente, ya que esto hará que cada vez lo vayamos recordando con más facilidad y cueste un poco más olvidarlo, como podemos ver en este gráfico:


Cristina Tena Cortés.
con gran eficacia, los resultados siguen siendo validos hoy

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